¿Qué sucedería si pudieras sacar de tu billetera algún dinero que hiciera a Dios visible, y después darle ese dinerito a otra persona que acabas de conocer? Por supuesto, te estoy pidiendo que te imagines una idea sorprendente, pero hablo muy en serio. Imagínate ese momento. Comienzas a conversar con alguien que va pasando por fuera de un restaurante, o alguien que acabas de encontrar en un centro comercial, o un recién llegado en el vestíbulo de tu iglesia. De repente, comprendes que ha llegado el momento. Le sonríes a tu nuevo conocido y te inclinas hacia delante. La otra persona no sospecha nada. Sin embargo, antes que sepa lo que sucede, tú le pones en la mano la presencia y el toque de nuestro amoroso Dios. No te me distraigas…
Presiona aquí para descargar: Capitulo-1-La-Billetera-de-Dios-Bruce-Wilkinson
Muchas gracias