Por: M. Basilea Schlink.
El Yoga está puesto hoy, en medida creciente, en el centro del interés en nuestros países occidentales. Muchos lo recomiendan como la solución en el desierto espiritual y religioso, que se extiende como consecuencia del racionalismo, materialismo y ateísmo. Pero su origen está en la India y tiene sus raíces en el Hinduismo. Con esto el Yoga no es un concepto uniforme, sino sus apariencias abarcan una paleta policroma de métodos, ejercicios y prácticas de vida, hasta llegar a fines espirituales y religiosos. A este cuadro multicolor corresponde también la comunidad del Yoga, compuesta hoy en día en el Occidente, de hombres de todas las edades y capas sociales y por motivos muy diferentes. Sólo en Alemania Occidental se estima haya actualmente unos 100.000 practicantes.