2012 Tiempo para el futuro
«Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,
Que traigamos al corazón sabiduría.»
Salmo 90:12
Mientras estoy sentada bajo la
sombra de un hermoso pino,
miro en derredor y veo los amplios
campos donde se han recogido
las cosechas de este año.
Y viene a mi memoria aquel pasaje donde El
Maestro explica la parábola del sembrador…
«Más la que cayó en buena tierra, estos son
los que con corazón bueno y
recto retienen la palabra
oída, y dan fruto con perseverancia;
y producen a ciento, a sesenta, a
treinta por uno.»
Mateo 13:23
Es curioso ver cómo de un grano
de maíz que es sembrado en
tierra fértil, produce no sólo un
grano, sino varias mazorcas,
y que a su vez están llenas de
fruto bueno y abundante.
En algún momento ha sido depositada la
preciosa semilla del Evangelio en nuestros
corazones. El año 2011 está por concluir, y me pregunto:
¿Qué tipo de fruto produjo? O más bien:
¿Cuánto fruto hizo producir mi semilla?
Somos llamados primeramente a ser buena
tierra, que permita producir buen fruto.
Como escribe el Apóstol Pablo: “Mas el fruto
del Espíritu es: Amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza…”.
Dios nos insta, sin importar nuestra posición
social, raza, edad, sexo -e inclusive las
circunstancias-, a ser quienes llenemos a este
mundo hambriento con nuestros buenos frutos,
a fin de reflejar Su gloria.
Esta debería ser nuestra primordial ocupación.
Y habrá quienes tengamos una labor mucho
más grande; no sólo ser tierra fértil, sino
quienes siembren en los corazones la buena
semilla de La Palabra de Dios.
¿Cómo podríamos ser sembradores si
primero no hemos producido
nuestra propia semilla?
Necesitamos producir fruto
para después sembrarlo.
Jesús dijo:
“Somos la sal de la tierra… la
luz encendida no se pone debajo
de un almud…
un poco de levadura
fermenta toda la masa…”.
Preparémonos no sólo para el año que está
por llegar, sino en todo momento ser quienes
hagamos producir a ciento, a sesenta y a
treinta por uno, y al final de la cosecha entreguemos
buenas cuentas al Señor de la mies.
ESMERALDA VALADEZ
es una Ingeniero Civil que labora en la construcción de Autopistas
concesionadas; en algún punto, alejada del bullicio,
Dios le inspira a escribir hermosas reflexiones.
E-mail: elpatitodelarca@hotmail.com
Presiona aquí para descargar el Número completo: CENTINELA.diciembre
